Foro de debate

Soledad o aislamiento doloroso

Autores: Cristina Segura Talavera, Sacramento Pinazo Hernandis, Albert Quiles Martínez y Javier Yanguas.

03/11/2020

Las relaciones sociales afectan directamente a la salud, la felicidad y el bienestar. A la soledad se le denomina a menudo, el “aislamiento doloroso”. Esta es la diferencia entre estar solo y sentirse solo, entre salud objetiva y salud subjetiva, si bien ambas correlacionan con mayor morbilidad y mortalidad. Tener apoyo de la familia y amigos es importante para nuestra salud pero también es instrumental para compartir información o aprender de otros.

La evidencia científica muestra que las personas que experimentan soledad durante largos periodos de tiempo tienen peor salud, pero, a la vez, las personas con menos salud se sienten más solas al cabo del tiempo.

¿Cómo ha afectado la COVID-19 a la vida de relación y cómo ha acentuado situaciones de soledad y aislamiento social previas? La situación vivida, por novedosa, nos ha dificultado hacer una buena adaptación y dar una buena respuesta a las pérdidas (libertad, amigos, personas…). En estos tiempos de pandemia, muchas personas han estado solas y/o se han sentido solas, descubriendo unas nuevas vivencias jamás experimentadas antes, con el posible “estrés postraumático” derivado.

La soledad obligada ha hecho que quienes viven solos hayan tenido que crear hobbies y rutinas con el objetivo de sobrevivir y protegerse de todo lo que estaba pasando durante la cuarentena. Ya no podían pasar tiempo con otros y socializar, y han tenido que buscar otras cosas que les resultaran gratificantes y que podían hacer solos.

De esta pandemia no está claro que salgamos mejores, lo que si es evidente es que salimos menos, porque han muerto muchas personas mayores.

Debemos de ser capaces de afrontar las pérdidas, tanto las de los familiares, amigos y compañeros; como las pérdidas emocionales o de otro tipo, que esta situación nos ha traído. Las pérdidas son hermanas de la soledad.