Personas

Hacia una sociedad cuidadora

08/04/2020

En los últimos años y debido a los importantes cambios sociodemográficos y culturales que se han ido produciendo en nuestra sociedad, se ha impuesto una situación, con mayor impacto en el medio urbano, de aislamiento social y soledad no deseada en el colectivo de persones mayores. La detección de muchos de estos casos y la alarma social, en forma de punta de iceberg, ha sido el degoteo constante en los medios de comunicación de noticias sobre el hallazgo, en algunos casos después de varios años, de persones fallecidas en su domicilio y que nadie había echado en falta.

La Fundación Mémora, con el proyecto de Ciudades que Cuidan, desde el primer momento puso como prioridad, centrarse en el grupo de personas afectadas por pluripatologías complejas y enfermedades crónicas avanzadas que, de forma concomitante, coincidían con problemas sociales, fundamentalmente pobreza y soledad no deseada. Situando como primer objetivo, en el dialogo con las alcaldesas y alcaldes de las ciudades con las que colaboramos, la prevención de la muerte en soledad de las personas identificadas en estas situaciones de extrema vulnerabilidad.

Nuestra visión se ha posicionado en el paradigma que una sociedad avanzada como la nuestra no se puede permitir que ningún ciudadano, afectado con una enfermedad crónica avanzada, muera en una situación de soledad no deseada. El camino hacia una sociedad cuidadora, compatible y armonizable con una sociedad competitiva y moderna, nos parece cada vez más imprescindible y necesario, en un contexto de emergencia de nuevos y renovados valores, de protección, solidaridad, compasión, altruismo y humanidad en la máxima extensión y sentido del término.

Hoy ante la crisis mundial debida a la pandemia del COVID-19 y conociendo que las personas más vulnerables son precisamente las personas mayores con patologías previas a las cuales como medida de prevención las sometemos, para que no se contagien y puedan preservar su vida, a un aislamiento de contención, creemos que, si nuestro proyecto tenía importancia, en el momento actual y con las nuevas premisas sociales que surgirán desde la actual crisis sanitaria, económica y social, adquiere una dimensión de motor y modelo de cambio que podemos aportar y compartir con todas las ciudades y ciudadanos en un horizonte de trabajo en el bien común.

Nuestro Proyecto de Ciudades que Cuidan que lucha para prevenir y evitar, en lo posible, las situaciones de final de vida en vulnerabilidad y soledad.

Como señala la Prof. Victoria Camps, Patrona de nuestra Fundación: “Debe cambiar la concepción de la persona para aceptar la vulnerabilidad y contingencia que la caracteriza. El cuidado no será visto como un deber sólo a partir de la consideración de la dependencia ajena, sino de la autoconcepción de todo ser humano como interdependiente. Todos somos, nos guste o no, care receivers y care givers. Esa condición nos iguala”.

Estos días de gran dificultad con la pandemia del coronavirus, vemos muchas iniciativas que surgen desde la solidaridad de las personas con las personas más vulnerables. Es un buen síntoma de la calidad de la gente, de su generosidad, de su entrega y empatía con los más necesitados. A lo que se suma la respuesta de entrega al tratamiento y cuidado de las personas afectadas por el coronavirus del conjunto de profesionales sanitarios, respuesta digna de toda nuestra admiración y reconocimiento. No obstante, la grave situación actual también pone de relieve severas deficiencias como la que vemos que muestra la atención de las personas mayores en las residencias.

La necesidad de poder monitorizar a las personas mayores que viven en situación de soledad da valor a nuestro Proyecto de Ciudades que Cuidan que lucha para prevenir y evitar, en lo posible, las situaciones de final de vida en vulnerabilidad y soledad. Seguimos trabajando con el convencimiento de que los valores que defendemos desde la Fundación Mémora son imprescindibles en un momento en el que la ciudadanía debe tener presente que debemos evolucionar hacia una sociedad cuidadora donde todos estamos obligados a ser parte activa.

Con la voluntad de que de esta grave situación salgamos reforzados y, si en un futuro, se vuelve a vivir una crisis como la actual estemos más y mejor preparados, la Fundación Mémora sigue trabajando.

Autores:

Santiago De Torres, Presidente de la Fundación Mémora

Joan Berenguer, Director de la Fundación Mémora