Personas

Elena Espinosa (CGyE Islas Canarias): «La LORE es una ley que muchos esperábamos con gran interés. Estamos viviendo un momento social histórico en el que estaba deseando participar y ayudar»

13/09/2023

Foto: Elena Espinosa, directora médica del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (Tenerife) y presidenta de la Comisión de Garantía y Evaluación para la prestación de ayuda a morir en la Comunidad Canaria

Hablamos con…

La doctora Elena Espinosa lleva diez años liderando el servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), en la isla de Tenerife. Desde 2021 combina esta función con el cargo de directora médica del hospital. Durante su liderazgo del centro sanitario, la Dra. Espinosa tuvo que enfrentarse a retos inesperados de gran calibre como la evolución de la pandemia de la Covid-19 o, desde su vigencia legal en 2021, la gestión de la ayuda para morir.

Desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE) en agosto de 2021, Elena Espinosa actúa como presidenta de la Comisión de Garantía y Evaluación de eutanasia (CGyE) de la Comunidad Canaria. Estas organizaciones, presentes en cada una de las comunidades autónomas, son las encargadas de tramitar, revisar y validar (o rechazar) las solicitudes de PRAM (prestación de la ayuda para morir).

El pasado martes 27 de junio, la doctora Espinosa participó en el seminario “Eutanasia: retos éticos, jurídicos y administrativos” organizado por la Fundació Víctor Grífols y la Fundación Mémora, dentro de la mesa de debate “Las tareas de las CGyE”.

  • A lo largo de tu trayectoria profesional en anestesiología has ocupado distintos cargos de responsabilidad, entre ellos, la dirección médica de un centro hospitalario. ¿Qué te llevó a tomar la decisión de formar parte también de la CGyE canaria y, además, de presidirla?

La LORE es una ley que muchos esperábamos con gran interés. Creo que estamos viviendo un momento social histórico en el que estaba deseando participar y ayudar en la medida de mis posibilidades.

  • La entrada en vigor de la LORE hace dos años activó la creación de estas comisiones de garantía en las comunidades autónomas. En el tiempo que lleva activa comisión, ¿cómo ha evolucionado vuestra tarea y el número de solicitudes que recibís?

La evolución ha sido muy rápida y con un crecimiento exponencial. La Comisión se creó en agosto de 2021 y ese año tramitamos 8 solicitudes. En el año 2022 fueron 23, en los primeros 6 meses de este año (2023) llevamos tramitadas 39.

  • Como pudimos ver durante la jornada, la situación de la comisión en Canarias demuestra la desigualdad de recursos entre comunidades autónomas. ¿De qué recursos disponéis en Canarias y cuáles necesitáis para mejorar el servicio de la comisión?

Actualmente nuestros recursos son muy escasos, por no decir nulos. Carecemos de apoyo administrativo, informático o legal y funcionamos gracias a la profesionalidad y pundonor de los miembros de la Comisión, de una manera completamente altruista.

  • El aumento de solicitudes de ayudas para morir implica, sin duda, un aumento de la carga de trabajo que tenéis los profesionales de la comisión. Precisamente, entre los retos que mencionasteis durante el seminario estaba la dificultad de conciliación con vuestra vida personal y profesional, ya que los miembros de la comisión sois voluntarios. ¿Podrías explicar el impacto que tiene en la vida de un profesional el hecho de formar parte de una comisión de garantías?

La LORE tiene unos plazos muy estrictos, debe ser así para dar respuesta a las necesidades del paciente, pero ello implica el que los miembros de la Comisión deban estar disponibles 7 días a la semana 365 días al año. Como presidenta de la misma he tenido que elaborar y firmar resoluciones en días muy señalados, fines de semana y festivos. De igual manera el nombramiento de evaluadores de la Comisión debe hacerse en cualquier momento para cumplir los plazos que marca la Ley.

  • En tu intervención durante el seminario mencionaste la existencia de “Unidades de apoyo” en algunos de los centros sanitarios canarios. ¿Cuál es la función de estos grupos?

Las unidades de apoyo fueron creadas para dar apoyo a los médicos responsables de las distintas gerencias en el trámite de los expedientes. Su función última es facilitar la labor administrativa de los facultativos desde que reciben la solicitud hasta la realización de la prestación.

  • Sin ir más allá, al promover una mejor preparación técnica y emocional de los profesionales, la existencia de estas unidades también impacta directamente en la calidad de la atención que reciben los pacientes que solicitan la ayuda para morir, ¿no es así?

Al facilitar la labor de los profesionales sin duda ayudan a que el paciente reciba la prestación en tiempo y forma, sin que se produzcan retrasos o pérdidas de los expedientes.

  • Sin embargo, como comentaste en el seminario, las unidades no están presentes en todos los centros y todavía es necesario hacer pedagogía de su valor para preparar mejor a los profesionales, tanto técnica como emocionalmente. ¿A qué crees que se debe?

De la misma manera que la LORE tiene una implantación desigual entre las Comunidades Autónomas, la tiene entre las diferentes gerencias de esta Comunidad. Tenemos unidades que se acercan a la excelencia y que facilitan, apoyan y gestionan las solicitudes y, sin embargo, en otras gerencias su implicación es claramente inferior. Sin duda necesitamos incidir en la formación e información de los profesionales para revertir esta situación.

  • Por último, poniendo los ojos en el futuro, ¿cómo esperas que mejore la gestión de la PRAM y su regulación en los próximos 10 años?

Creo que estos dos años han sido apasionantes y que la gestión de la Prestación está siendo adecuada a pesar de las deficiencias detectadas. En los próximos 10 años espero ver una normalización del procedimiento y que se aclaren las dudas que, desde el punto de vista legal y administrativo, presenta la Ley.

Foto: Elena Espinosa (segunda desde la izquierda) junto con los ponentes de la mesa de debate «La tarea de las Comisiones de Garantía de la Eutanasia» | Fundació Víctor Grífols i Lucas