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La doctora Elena Espinosa lleva diez años liderando el servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), en la isla de Tenerife. Desde 2021 combina esta función con el cargo de directora médica del hospital. Durante su liderazgo del centro sanitario, la Dra. Espinosa tuvo que enfrentarse a retos inesperados de gran calibre como la evolución de la pandemia de la Covid-19 o, desde su vigencia legal en 2021, la gestión de la ayuda para morir.
Desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE) en agosto de 2021, Elena Espinosa actúa como presidenta de la Comisión de Garantía y Evaluación de eutanasia (CGyE) de la Comunidad Canaria. Estas organizaciones, presentes en cada una de las comunidades autónomas, son las encargadas de tramitar, revisar y validar (o rechazar) las solicitudes de PRAM (prestación de la ayuda para morir).
El pasado martes 27 de junio, la doctora Espinosa participó en el seminario “Eutanasia: retos éticos, jurídicos y administrativos” organizado por la Fundació Víctor Grífols y la Fundación Mémora, dentro de la mesa de debate “Las tareas de las CGyE”.
La LORE es una ley que muchos esperábamos con gran interés. Creo que estamos viviendo un momento social histórico en el que estaba deseando participar y ayudar en la medida de mis posibilidades.
La evolución ha sido muy rápida y con un crecimiento exponencial. La Comisión se creó en agosto de 2021 y ese año tramitamos 8 solicitudes. En el año 2022 fueron 23, en los primeros 6 meses de este año (2023) llevamos tramitadas 39.
Actualmente nuestros recursos son muy escasos, por no decir nulos. Carecemos de apoyo administrativo, informático o legal y funcionamos gracias a la profesionalidad y pundonor de los miembros de la Comisión, de una manera completamente altruista.
La LORE tiene unos plazos muy estrictos, debe ser así para dar respuesta a las necesidades del paciente, pero ello implica el que los miembros de la Comisión deban estar disponibles 7 días a la semana 365 días al año. Como presidenta de la misma he tenido que elaborar y firmar resoluciones en días muy señalados, fines de semana y festivos. De igual manera el nombramiento de evaluadores de la Comisión debe hacerse en cualquier momento para cumplir los plazos que marca la Ley.
Las unidades de apoyo fueron creadas para dar apoyo a los médicos responsables de las distintas gerencias en el trámite de los expedientes. Su función última es facilitar la labor administrativa de los facultativos desde que reciben la solicitud hasta la realización de la prestación.
Al facilitar la labor de los profesionales sin duda ayudan a que el paciente reciba la prestación en tiempo y forma, sin que se produzcan retrasos o pérdidas de los expedientes.
De la misma manera que la LORE tiene una implantación desigual entre las Comunidades Autónomas, la tiene entre las diferentes gerencias de esta Comunidad. Tenemos unidades que se acercan a la excelencia y que facilitan, apoyan y gestionan las solicitudes y, sin embargo, en otras gerencias su implicación es claramente inferior. Sin duda necesitamos incidir en la formación e información de los profesionales para revertir esta situación.
Creo que estos dos años han sido apasionantes y que la gestión de la Prestación está siendo adecuada a pesar de las deficiencias detectadas. En los próximos 10 años espero ver una normalización del procedimiento y que se aclaren las dudas que, desde el punto de vista legal y administrativo, presenta la Ley.