26/10/2019
El arte, en todas sus formas, no sólo es un modo de expresión, sino que en los últimos años se ha desarrollado como una herramienta terapéutica muy eficaz con múltiples aplicaciones en el ámbito de la salud. Como técnica, la arteterapia es una forma de terapia que sirve para expresar sentimientos profundos mediante un lenguaje alternativo al uso de la palabra. Además, estudios de neurociencias recientes confirman que los humanos han conservado la capacidad artística porque ayuda a afrontar la adversidad.
El uso de la arteterapia en enfermos terminales se está extendiendo y diversas experiencias demuestran que algunos síntomas como dolor o ansiedad mejoran de manera significativa. En este sentido, Nadia Colette, bióloga, doctora en Psicología, licenciada en Bellas Artes, máster en arteterapia y en asesoramiento en duelo y pérdida, afirma que “estamos comprobando empíricamente, mediante escalas y un protocolo validado, que algunos síntomas, el dolor, el desánimo, el malestar y el nerviosismo de los pacientes en fases terminales experimentan una reducción significativa”. En concreto, prosigue Colette, “mi trabajo consiste en ofrecer materiales artísticos a los pacientes y sus familiares para ayudarles a expresar su situación, sus vivencias. Para ayudarles a decir de otra manera. Porque a veces las palabras no alcanzan en el final de la vida”.
El dolor, el desánimo, el malestar y el nerviosismo de los pacientes en fases terminales experimentan una reducción significativa
En este contexto, y desde 2012, el Grupo Mémora colabora en el proyecto de Arteterapia de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital de Sant Pau i Santa Creu de Barcelona con un equipo multidisciplinar para estimular el uso de la arteterapia en pacientes y sus familiares con una enfermedad avanzada y terminal. Según la Dra. Colette, “aceptar el final de la vida es complicado pero es un proceso natural. Hay muchas personas que mueren en paz”. Los profesionales de la salud que acompañan en procesos de duelo, ya sea en pacientes como familiares, han destacado los beneficios de aplicar estrategias creativas para que el proceso de aceptación de la propia muerte o de “futura” enfermedad sea en condiciones de serenidad.
En términos generales, y sobre todo, en las culturas occidentales, la creencia y presión social no favorece el proceso de aceptación, pese a que nos sabemos mortales. Sin embargo, la experiencia de los profesionales que trabajan diariamente con esta realidad demuestra que muchas personas en fases terminales entran de manera natural en una fase de aceptación y eso se produce en el momento que conectan con lo más profundo de sí mismos y reconocen que es el final.
Arte para adaptarse a la pérdida
Cuando nos referimos al duelo como experiencia de pérdida de otro, cada ser humano se enfrenta a esta situación de forma individual, dependiendo de la personalidad, la cultura y sobre todo, del grado de vinculación emocional. En estos casos, las reacciones son tan diversas e imprevisibles como las personas a pesar de las muchas teorías que se han elaborado para sistematizar las etapas por las que pasa la superación del duelo. Reflexionar sobre la muerte y sobre cómo afrontar la enfermedad propia o ajena y el duelo que conlleva ayuda a entender que la muerte forma parte de la vida.
Reflexionar sobre la muerte y sobre cómo afrontar la enfermedad propia o ajena y el duelo que conlleva ayuda a entender que la muerte forma parte de la vida
En este sentido, y desde la prehistoria las artes visuales también han estado presentes en los ritos funerarios para expresar el dolor y la necesidad de congelar el recuerdo que provoca la pérdida de una persona querida. Dibujando, pintando, escribiendo, creando obras con fotografías o recortes, moldeando se puede rememorar el vínculo y la relación con la persona fallecida. Todos los especialistas señalan que lo importante es el proceso creativo y no que el resultado sea hermoso. Cualquier persona, sin necesidad de conocimiento previo ni aptitud, simplemente desde su capacidad innata, puede expresar su mundo interior de emociones y vivencias, a través del color, de la forma o de la textura de los materiales creativos.